El pasado 26 de marzo, se llevó a cabo la última actividad de la Iniciativa de Cooperación Triangular Estrategias Culturales Comunitarias para la Participación Ciudadana. En esta ocasión, participaron representantes de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, la Dirección de Cultura de Guadalajara, la Secretaría de Cultura del Ministerio de Capital Humano de Argentina, la Secretaría Técnica de Ibercultura Viva, la Maestría y Doctorado en Gestión de la Cultura de la U de G Virtual, y diversas organizaciones culturales comunitarias de Guadalajara, Buenos Aires y Bogotá.
Durante esta actividad se presentó el “Modelo de orientación de la acción cultural con enfoque de derechos humanos y sostenibilidad”, el cual es el producto final de la Iniciativa.
El Dr. José Luis Mariscal, responsable metodológico, comentó que para el proceso de construcción del Modelo Orientador fue necesario reconocer, visibilizar y sistematizar los saberes experienciales de los agentes culturales comunitarios y gubernamentales, y establecer un diálogo entre estos y los saberes académicos sobre gestión cultural. Para ello se llevaron a cabo una serie de actividades y se aplicaron diversas herramientas de investigación que permitieron sistematizar la información para formalizar estos saberes en un primer documento, donde se plantearon las principales ideas y planteamientos contextuales, conceptuales y de orientaciones prácticas. A partir de ello, diversos agentes culturales participaron en su revisión y mejoramiento, permitiendo la convergencia de diversas miradas y voces que sentaron las bases de un gran acuerdo colectivo sobre cómo orientar la acción cultural con enfoque en derechos humanos y sostenibilidad.
La Iniciativa de la que emano la construcción del Modelo fue financiada por el programa Ventana Adelante 2 de la Unión Europea, involucrando a 6 entidades de 5 países iberoamericanos, que trabajaron en 2 talleres virtuales, 1 Congreso, 3 Seminarios presenciales y 2 visitas de estudio, en los que participaron más de 260 personas.
Al concluir esta etapa, Luisa Velásquez Santiago, responsable de la Iniciativa, percibe los actuales escenarios de cambio de gobierno en Bogotá de hace unos meses y el de Guadalajara en el futuro próximo, como momentos coyunturales clave para la aplicación de dicha herramienta. Esto implica la creación de hojas de ruta y el direccionamiento de las políticas culturales como propuestas a implementar en los planes distritales y municipales de cultura y plan de desarrollo de ambas ciudades, a través de instrumentos de empalme y legado de transición gubernamental. Esto permitirá generar política pública en materia de cultura que contribuya de manera intersectorial a los retos de sostenibilidad y gobernanza que comparten ambas ciudades. Asimismo, comentó que en el ámbito social, servirá para que las organizaciones comunitarias se reafirmen como agentes de transformación, diversifiquen, mejoren sus estrategias de trabajo y fortalezcan sus capacidades de incidencia e interrelación con el gobierno local para establecer agendas públicas compartidas en el sector cultural.
Federico Prieto, ex-secretario de Gestión Cultural de Argentina, espera que el Modelo construido sea una herramienta para trabajar desde un aspecto pedagógico en la construcción y planificación de la acción cultural desde la perspectiva de la participación, a través de talleres, capacitaciones, charlas y laboratorios. Esto permitirá la adopción del modelo para la construcción de nuevas políticas que tengan en cuenta las variables trabajadas que repercutan en modelos sostenibles a través de la participación ciudadana, la sostenibilidad común, la inclusión y equidad, los saberes agroecológicos y la cultura ambiental con enfoque de derechos humanos y sostenibilidad, además de la transversalidad de la perspectiva de género y la comunicación digital.
La Iniciativa Estrategias Culturales para la Participación Ciudadana es un ejemplo de cooperación triangular, multinivel, multisectorial y multiactor, donde gobiernos locales, nacionales, universidades, organizaciones sociales y expertos en materia de derechos culturales trabajaron en conjunto en la construcción del mismo. Por lo tanto, la narrativa del proceso es un ejemplo en sí mismo para difundir una buena práctica.
Para más información: https://observatoriocultural.udgvirtual.udg.mx/adelante2